VIVIR... SOBREVIVIR...

Actualmente tenemos que dar gracias por casi todo: por tener una casa, por tener un trabajo, porque me pagan el salario, porque tengo una guardería, escuela o universidad para que estudien los hijos, porque tengo un centro de salud u hospital para que me atiendan o me curen. O quizás tengo que dar las gracias a todos estos políticos y a  los manipuladores de las “primas de riesgo”. Por estar viva.

Crisis – desempleo- y pérdida de valores. ¿Seguimos impasibles a todo esto? SÍ.

Los jóvenes formados y cualificados - sin ninguna frustración – se van de España. Son ya más de 60.000 los que buscan mejores lugares para vivir, pero, ¿cómo los buscan?, ¿solo les motiva un salario digno?. Se van sin hacer nada porque la situación actual cambie, y además, sin reflexionar sobre lo que han recibido hasta ahora. Dentro de una sociedad con un sistema que ha servido para todo, pero que realmente solo es efectivo para unos pocos – políticos y demás sujetos pintorescos de rancio abolengo, banqueros engominados, etcétera- todos ellos egoístas corruptos. Entonces, cómo no se van a marchar nuestros jóvenes.

Con todo, recuerdo un movimiento que saltó a todas las calles y se asentó en las plazas de las ciudades. Sí, el 15M. Jóvenes reivindicando dignidad, puestos de trabajo, salario… ¿dónde están ahora?. Pues creo que muchos se han ido a otros países, y otros están pensando en hacerlo.

Ante esa desidia de desempleo -fugacidad de una sociedad del bienestar amacerada con pérdida de valores-… Amigos y amigas: ¿qué nos queda y hacia dónde vamos?. Es nuestra Navarra, foral y bella entre conquista o anexión, un territorio “apache” gobernado por una mujer – cuya capacidad de trabajo y tesón le hacen ser muy Señora- acompañada por un “caballero perdedor”. Entre ambos- UPN & PSN- quieren seguir cobrando unas dietas antes opacas y ocultas, mientras predican a los cuatro vientos aquello de Gobierno Abierto. Añadido a esto… cómo nuestra Presidenta, Sra. Barcina, se queja tanto de lo poco que cobra después de rebajarse el sueldo. En fin, ¿por qué no optó por seguir cobrando como antes y tributando por unas dietas –legales-? La otra opción sería volver a la Universidad, a su cátedra, a enseñar y dedicar más tiempo a su familia y a usted. Es que la erótica del poder…  Así, es obvio que los jóvenes desilusionados con estos dirigentes, se marchen.

Es en esta Navarra del siglo XXI, que abandera una Sanidad envidiada por el resto del Reino, donde se da una política de gestión basada en recortes y ajustes poco fundamentados en estudios de viabilidad sobre los recursos humanos y materiales disponibles. Existen diferentes ejemplos que lo ratifican: hace un año tener un laboratorio de análisis en Tudela era eficaz, pero hoy no; externalizar las cocinas del “complejo hospitalario” nos permite ahorrar en cada cubierto 10€ -al día 8.000€- y esto no se ha calculado hasta hoy; y además, para dar salida a las listas de espera- que aquí están cerradas hasta previo aviso, por lo que no se sabe cuánta gente espera- se acudió a las peonadas o derivando a lo privado, donde se pagó por las mismas acciones el doble. Así los jóvenes profesionales sanitarios, se van.

La economía navarra entraba en una recesión tardía mientras que el Sr. Miranda decía que “aquí hacíamos muy bien los deberes”. Parece ser que hacer los deberes bien es no prever qué puede pasar con los autónomos, a pesar de que representan el porcentaje más importante del tejido económico de la comunidad foral. Así, en diciembre del 2007 eran 7.522 autónomos con 16.346 empleados,  y en el mismo mes del 2011 eran 7.052, con 15.031 empleados.  A modo de ejemplo en el comercio se han perdido desde que comenzó la crisis un total de 450 autónomos y con ellos 1.315 asalariados. Hoy Navarra tiene 50.149 desempelados-24.558 hombre y 25.591 mujeres- y la cifra sigue subiendo. Así, cómo no se van a marchar los jóvenes.

Queda claro que esta situación es un fracaso temporal, lo único que la haría permanente es que nos rindiéramos. Pues tomemos “Dos Aspirinas: ilusión y esperanza” y unamos a ellas la juventud formada y cualificada junto a los adultos con experiencia para salir de esta. Marchándonos no se soluciona. Apostemos por  sobrevivir y vivir .

DOS ASPIRINAS

Un año, el 2011, imposible de olvidar en mi vida. Han sido 365 días cargados de ilusiones, proyectos y adrenalina, donde desde el 1 de enero no faltó el pensar y pensar más. Esto para mi es vivir.

Combinando tres viajes al continente asiático, la desenfrenada actividad profesional y, para añadir más salsa, la decisión de iniciarme en la vida política. ¿Qué más le puedo pedir a 365 días? Sí, el perejil a mi experiencia vital que ha sido la cantidad de gente y grandes personas que he conocido.

Desde lo físico, pasando por lo científico, sin olvidar lo que se dice y se comenta  hasta llegar a lo más humano, tengo que deciros que qué suerte tengo como mujer de vivir en este país y en esta ciudad. Porque tras superar mentalmente una Ley de Igualdad -que yo lo que quiero es que me consideren por mi capacitación y méritos-  hasta ver como se trata a la mujer en países como Bangladesh en donde por querer estudiar en la universidad tu marido te corta la mano derecha con un machete y te chopea los dedos. Porque puedo decidir cuándo y cuál es mi pareja. Por ser una mujer que quiere y puede aportar más a esta sociedad, decidí iniciar mi actividad política apostando por Unión, Progreso y Democracia. Aquí todos somos iguales.

Este mi país, convulsionado por una crisis económica, donde el norte se perdió hace algunos años, con  unos dirigentes trasnochados y demasiado repetidos que se hacen llamar “barones”, expertos , pero nunca nosotras somos tan banales de llamarnos “damas”, sí expertas en controlar la economía doméstica -y otras-, y que nos han llevado a esta situación agónica. Y entre ello, la gente normal, de la calle, diciendo que estamos en crisis económica y que se han perdido los valores. Perdón, los valores si se tienen no se pierden.

Hoy luchamos por tener un trabajo, que no digno sino simplemente un trabajo. El paro aumenta y se habla de una generación perdida. También se debería hablar de la cantidad y calidad de profesionales que con 43 años son mayores para volver a ser contratados, se debería hablar de porqué las mujeres somos menos contratadas y se nos paga menos por hacer lo mismo que un hombre.

Por qué no se habla de que aquellos que han estafado y robado tantos miles de euros deben ser condenados y deben devolver el dinero.

Por qué  no se habla de un significado real de una sociedad del bienestar, de una sanidad y educación igual para todos -imposible porque continuamos siendo 17 estados dentro de un país convulsionado por el derroche de unos dirigentes abnegados a la realidad- y los que han llegado no es cuestión de tijeretazo sino que se deben producir cambios profundos en la gestión pública, marcar y desarrollar directrices basadas en la realidad, en la operatividad, en la viabilidad de lo que somos: un país dividido con un gobierno de mayoría absoluta y un futuro incierto.

Pero la ilusión y la esperanza que no se pierdan. Sólo son dos aspirinas para ir tirando.