lunes, 2 de enero de 2012

DOS ASPIRINAS

Un año, el 2011, imposible de olvidar en mi vida. Han sido 365 días cargados de ilusiones, proyectos y adrenalina, donde desde el 1 de enero no faltó el pensar y pensar más. Esto para mi es vivir.

Combinando tres viajes al continente asiático, la desenfrenada actividad profesional y, para añadir más salsa, la decisión de iniciarme en la vida política. ¿Qué más le puedo pedir a 365 días? Sí, el perejil a mi experiencia vital que ha sido la cantidad de gente y grandes personas que he conocido.

Desde lo físico, pasando por lo científico, sin olvidar lo que se dice y se comenta  hasta llegar a lo más humano, tengo que deciros que qué suerte tengo como mujer de vivir en este país y en esta ciudad. Porque tras superar mentalmente una Ley de Igualdad -que yo lo que quiero es que me consideren por mi capacitación y méritos-  hasta ver como se trata a la mujer en países como Bangladesh en donde por querer estudiar en la universidad tu marido te corta la mano derecha con un machete y te chopea los dedos. Porque puedo decidir cuándo y cuál es mi pareja. Por ser una mujer que quiere y puede aportar más a esta sociedad, decidí iniciar mi actividad política apostando por Unión, Progreso y Democracia. Aquí todos somos iguales.

Este mi país, convulsionado por una crisis económica, donde el norte se perdió hace algunos años, con  unos dirigentes trasnochados y demasiado repetidos que se hacen llamar “barones”, expertos , pero nunca nosotras somos tan banales de llamarnos “damas”, sí expertas en controlar la economía doméstica -y otras-, y que nos han llevado a esta situación agónica. Y entre ello, la gente normal, de la calle, diciendo que estamos en crisis económica y que se han perdido los valores. Perdón, los valores si se tienen no se pierden.

Hoy luchamos por tener un trabajo, que no digno sino simplemente un trabajo. El paro aumenta y se habla de una generación perdida. También se debería hablar de la cantidad y calidad de profesionales que con 43 años son mayores para volver a ser contratados, se debería hablar de porqué las mujeres somos menos contratadas y se nos paga menos por hacer lo mismo que un hombre.

Por qué no se habla de que aquellos que han estafado y robado tantos miles de euros deben ser condenados y deben devolver el dinero.

Por qué  no se habla de un significado real de una sociedad del bienestar, de una sanidad y educación igual para todos -imposible porque continuamos siendo 17 estados dentro de un país convulsionado por el derroche de unos dirigentes abnegados a la realidad- y los que han llegado no es cuestión de tijeretazo sino que se deben producir cambios profundos en la gestión pública, marcar y desarrollar directrices basadas en la realidad, en la operatividad, en la viabilidad de lo que somos: un país dividido con un gobierno de mayoría absoluta y un futuro incierto.

Pero la ilusión y la esperanza que no se pierdan. Sólo son dos aspirinas para ir tirando.

3 comentarios:

  1. La ilusión y la esperanza que no se pierdan. Con ello conseguiremos lo que nos propongamos!

    ResponderEliminar
  2. Hola Ana

    Felicitaciones por tu iniciativa y tu nuevo blog. Tu pasión y trabajo es importante para todos nosotros. Un beso

    ResponderEliminar
  3. Hola, Ana: Me ha gustado mucho esta primera entrada de tu blog. Ya el subtítulo es una declaración de intenciones y todo su contenido refleja muchos rasgos de tu rica personalidad y los ideales y realidades por los que merece la pena luchar. Adelante y besos de los tíos Rosi y Pedro.

    ResponderEliminar